Aprendí que después de la tormenta viene la calma, que después de un llanto viene una sonrisa provocada por el o la que siempre este a tu lado, y es que lo bueno es vivir feliz, aprendí a pensar que ningún día es malo es pasajero, sacar tu mejor sonrisa al sol, que ningún día es tarde para pasar un buen rato, para charlar con alguien desconocido o simplemente para estar tirada en la cama viendo como el mundo pasa. pero sobre todo con una sonrisa, afrontar el problema como una persona mayor, y solucionarlo con dignidad, a no hundirme por una tontería y a respetar a las personas, a volverme loca sin más, y a estropearlo como nadie lo hace, a reírme de mis defectos y aceptar los de los demás, por que después de todo lo importante es aprender a bailar bajo la lluvia.
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